Luis Pineda
advisor
Instituto Tecnológico de Querétaro
Mexicana
Reorientar la formación profesional y activa de los que elegimos ser arquitectos, para volvernos a la arquitectura real, esa que no permite la dominación y control de un sistema que destruye, la que deja de ser esclava del poder y economía de unos cuantos que solo quieren llenar sus bolsillos para tener más poder, la que se aleja de los sistemas autocráticos que nos convierten reproductores y repetidores de modelos incoherentes, consumistas y poco éticos. Este modelo hegemónico destructor que domina la imaginativa responsable, ética y consciente, anula nuestra responsabilidad como arquitectos; por lo que, es necesario distanciarnos de estos modelos para hacer evidente la responsabilidad que tenemos desde nuestra disciplina. No se trata de reaccionar impulsivamente en una dirección contraria, sino de deconstruir y volver a construir en base a estos saberes y conciencia, una nueva visión para construir un futuro diferente, uno que nos permita inteligentemente disminuir, retrasar y si es posible, erradicar, la destrucción que hemos generado, revertir aspectos de deterioro, contemplar a los usuarios, el contexto físico, buscando el confort como un modo de dignidad que arrope a cualquier usuario para que se integre y se incluya en la responsabilidad y cuidado de su entorno. Así como, erradicar la discriminación y marginación que hemos creado en función de prejuicios sociales que tienen que ver con las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales. Si podemos revertir la idea de la arquitectura como meramente intelectual e instrumental, lograremos crear estrategias para formarnos profesionalmente con un sentido claro de responsabilidad ética en la que somos encargados de construir un futuro diferente, porque si no hay futuro, no hay arquitectura.